jueves, 7 de octubre de 2010

Ausente fisicamente, presente en todo lo hermoso de la vida...

Antes de Sebastián nunca me había tomado el tiempo de ver y admirar lo hermoso que es el cielo. Todos los días busco el pedacito de cielo que más me gusta, y allí busco la nubecita más linda, la que se ve más cómoda y me imagino que en ella, está mi Sebastián con sus amigos disfrutando del paraíso. En algún lugar leí que las alitas de los angelitos se forman de amor, entonces seguramente mi chiquito tiene unas enormes alas blancas con muchas, muchas plumas y cuando me lo imagino, una sonrisa invade mi rostro.

Hoy, después de varios días, volví a llorar, no por mucho tiempo y sin razón aparente; pero así es, de repente y cuando una menos lo espera, la ausencia física duele tanto… duele en el alma. Como dijera mi buena y muy querida amiga Kity: “así sabemos que existe el alma, porque duele muchísimo y no sabemos ni en donde”.

Yo intento seguir con mi vida, de la mejor manera posible, para mí y para los que están a mi alrededor. Pero no es fácil, porque ya no soy la misma y nunca más lo seré. Es el comienzo de una nueva vida, en la que primeramente voy recogiendo las partes de mi corazón para reconstruirlo, no totalmente porque eso ya no es posible, pero de alguna manera que todavía sea capaz de funcionar. Haciéndole un “chapús” como decimos en Guatemala. En cierta forma empiezo a aceptar que por más que lo quiera, no hay nada del pasado que pueda cambiar. Poco a poco dejo de darle mil vueltas en mi cabeza a todo lo que pudo haber sido distinto y mi mente ya no se empeña en atormentarme tan seguido como antes, mostrándome las imágenes tristes, las de dolor, las que más me duelen. Y empiezo a aceptar que estoy bien con mi presente, especialmente con la relación que tengo con mi hijito; ausente físicamente, pero presente en mi corazón y en todo lo hermoso de la vida.

No ha sido un camino fácil, está ya de más describir el impacto que tuvo la muerte de Sebastián en nuestras vidas. Ninguno de nosotros se imaginó que las cosas iban a terminar de esta manera y creo que todos en el fondo nos aferramos a nuestra fe. Pero las cosas no funcionan así, y aunque ahora lo vemos y lo entendemos en ese momento no lo hicimos. Las 3 personas más cercanas a Sebastián somos sin duda alguna Fernando, mi mamá y yo.

Los tres tenemos una relación tan especial y particular que aun en los momentos más difíciles, estuvimos juntos y nunca perdimos la esperanza, ni soltamos la mano del otro. Toda esta experiencia nos unió mucho más. Fernando y mi mamá no solo son mi más grande apoyo, sino mis mejores amigos y confidentes. Me acuerdo una noche de las tantas que velamos al chiquitín, mi mami dijo riéndose: “ay, con ustedes no duerme uno, pero sí que se ríe”.

Muchas veces le he dicho a mi mami lo mucho que le agradezco todo lo que hizo por nuestro hijo, y sé que las “gracias” están de más cuando las cosas se hacen por amor! y cuánto lo ama! pero entonces tal vez debería agradecerle tanto amor. Yo sé que para ella es doblemente difícil, no solo sufre por su nieto, sino también por mí. Por nosotros. Pero a pesar de tanto dolor, siempre estuvo y está allí, sé que llora cuando no la vemos, pero también sé que es una mujer muy fuerte, que no es el primer golpe duro que le da la vida, aunque tal vez si el más duro. Sé que juntos vamos a salir adelante.

Fernando siempre me decía, cuando hablamos de Sebastián, que somos muy “materialistas” porque necesitamos ver para sentir, y yo no lo entendía, me molestaba, me sentía realmente ofendida y me justificaba tras el hecho de que somos muy “humanos”, pero ahora, con el pasar del tiempo, lo veo y lo entiendo. Le doy la razón, es así: lo único que necesitamos es sentir para poder ver. Y cuando digo que lo amo cada día más es cierto, porque he aprendido a amarlo de otra forma, porque el amor no se alimenta de las cosas que podemos ver y tocar, sino de todo lo que llega al corazón. Y lo que llega al mío es tan fuerte, que incluso crece dentro de un corazón en pleno proceso de reconstrucción.

Gracias por estar conmigo siempre, por ser todo lo que son! Y bueno, si de dar gracias se trata….Uuuuf, esperen la próxima entrada! (hay tantas personas a quienes quiero agradecer… personas con un corazón grande y bondadoso que hicieron tanto por nosotros cuando más lo necesitábamos)

1 comentario:

  1. hola ana!
    saludos a fernando y a tu mama!!!!... (son tresoros...)
    ustedes son (nosotros somos) una familia! nadie te puede quitar esto!!
    gracias por las fotos que mandaste...
    te recuerdo siempre te quiero mucho y te mando muchos besitos!!! tambien a sebastian!
    carmen
    ps espero q le vaya bien al vini en europa...

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