martes, 19 de abril de 2011

celebrando 6 años de puro amor...

Hoy (16 de abril) hace 6 años me casé con el hombre más maravilloso del mundo! Es difícil encontrar palabras para describir al hombre que no solo ha sabido hacer de mí la persona que hoy soy. Sino ha logrado que nuestra vida a pesar de las muchas dificultades que hemos tenido que enfrentar sea “perfecta” para nosotros. Hemos formado una hermosa familia llena de amor…

Fernando es “mi” persona favorita! Su carácter noble y cariñoso, siempre pensando en los demás antes que en él mismo, capaz de relacionarse con quien sea sin importar nada, a todo el mundo le cae bien! su sentido del humor tan especial, es la única persona que siempre logra sacarme una carcajada de esas que se disfrutan! su infinita paciencia especialmente conmigo, se que no es fácil, pero el siempre está dispuesto a escucharme, aunque tenga que repetir la misma historia mil veces. Me hace sentir amada, protegida y segura, realmente dependo de él totalmente.

Es un hombre trabajador; como él mismo dice: “todo lo que hago lo hago por ustedes!” Y yo soy inmensamente feliz a su lado!... lo amo con todo mi corazón, con toda mi alma, estoy orgullosísima de quien es, y no podría pedir más! Lo es todo para mi,  el amor de mi vida, (junto con mi Sebas) , mi mejor amigo, mi compañero de vida, el mejor padre para mis hijos, mi alma gemela!

Muchos tal vez no sepan que Fernando y yo nos conocemos desde que éramos niños ( y desde ya, yo estaba enamorada de él)
Hace 6 años nos casamos, en un hermoso sábado de abril, y casi puedo asegurar que soy la mujer que más enamorada se ha casado! Si, en verdad lo digo: estaba enamoradísima de él! Hubo una fiesta alegrísima y en realidad no sabíamos que nos esperaba, éramos jóvenes y para nosotros era una nueva aventura. No teníamos absolutamente nada, excepto amor. Y aunque no siempre fue fácil, hoy puedo decir que todo lo vivido era necesario para poder aprender y madurar juntos. Disfrutamos mucho nuestra vida de casados sin hijos, viajamos muchísimo, parrandeamos, no teníamos pena ni preocupación alguna y estuvo bien. Pero entonces sentimos la necesidad de nuestro Sebas (o tal vez el nos mandó un mensaje diciendo: estoy listo papitos) y empezó la búsqueda, que duró bastante tiempo pero valió la pena, la venida de nuestro adorado Sebastián fue lo mejor que nos ha pasado, vivimos toda la espera con tantísima ilusión! Su nacimiento fue sin duda alguna el evento más importante de nuestras vidas y de alguna forma todo cambió para bien. Si antes creíamos ser felices, no conocíamos la verdadera felicidad y si nos amábamos, entonces nos amamos mucho más!

Y después vino la tragedia, que jamás imaginamos. Cuando Sebastián se fue, nosotros caímos desde la nube hermosa en donde estábamos flotando, al suelo duro y frío en un golpe muy duro y repentino, que casi nos mata (hubiera sido mejor pensamos… pero está comprobadísimo que el dolor no mata). No fue nada fácil, todavía hoy cuando me acuerdo de esos tiempos me dan escalofríos, esa sensación de estar completamente perdidos en la nada sin entender porque la vida nos quitaría al ser que con tantísimo amor habíamos buscado, creado, tenido y amado sin razón alguna, es algo difícil de describir.

Estábamos muy mal en todo sentido. Los dos sufríamos mucho pero de diferente forma y llegó un momento en el que no nos podíamos ayudar el uno al otro porque simplemente ni siquiera podíamos ayudarnos nosotros mismos (entre tanto dolor tal vez no queríamos). Y entonces, una vez más vino Sebastián a nuestras vidas (nunca se fue realmente), pero esta vez de diferente forma: no lo podíamos ver, pero sí que lo podíamos sentir, sentíamos su presencia, pero sobretodo su infinito amor y en nombre de ese inmenso amor que nos une (porque el amor jamás muere), juntos, los tres, con mucho esfuerzo empezamos a trabajar en reconstruir nuestra vida y corazones destrozados. Recogiendo cada parte, limpiándola y pegándola, desechando las partes que ya no íbamos a necesitar de ahora en adelante (ya no habría lugar para odios ni rencores, por ejemplo) y las empezamos a unir a modo de que tal vez no quedará perfecto (nunca más lo sería) pero en donde tanto amor pudiera seguir habitando. Para los pedazos que quedaron vacíos, creamos nuevos (yo no sabía lo que era en verdad “perdonar” y ahora es una parte fundamental).

Fueron meses de arduo trabajo, tuvimos que deshacer y hacer varias veces, pero resultó que al final quedó mucho mejor que antes, mejor de lo que esperábamos, ideal para lo que somos ahora.

Un corazón destrozado es un corazón mucho más sensible, sensible al dolor ajeno, consciente de la realidad. Un corazón lastimado es un corazón que jamás quiere lastimar porque lo ha vivido en carne propia. Un corazón destrozado es un corazón que aparenta ser más débil, pero es más noble y mucho más fuerte, porque ha sobrevivido a lo que nunca imaginó poder sobrevivir. Una vida reconstruida busca ser una vida plena, porque sabe que es frágil y aprende a identificar y valorar lo que es realmente importante, y deshecha lo que no lo es; sabe que la mejor manera de honrar la vida de alguien que amamos pero que se nos adelantó es precisamente viviendo lo mejor posible en paz y armonía con los que amamos, con lo que tenemos y con lo que somos.

Fernando y yo, con la ayuda de nuestro Sebastián, reconstruimos tanto nuestra vida como nuestros corazones y es la prueba más grande de que el amor traspasa fronteras y todo lo puede! Me siento muy orgullosa y feliz hoy al decir, ésta es mi familia, éstos somos nosotros y nada nunca va a separarnos! Al contrario, ahora una personita más viene en camino, a unirnos mucho más, un personita con un poquito de cada uno de nosotros a quien esperamos con muchísimo amor e ilusión...

Gracias por ser mi todo, los amo inmensamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario! :)